Día mundial de la poesía, 21 de marzo de 2023
En el nombre de la rosa
De todas las flores que han sido fuente de
inspiración en los poetas es, sin duda, la rosa la que más ha germinado en la poesía desde tiempos
inmemoriales: ya aparece en la Biblia
(Cantar de los cantares)
“Yo soy la rosa de Sarón; ¡soy el lirio de los valles! Mi amiga
es, entre las doncellas, como la rosa entre las espinas. Mi amado es, entre los jóvenes, como el manzano entre
los árboles silvestres. Sentarme a su sombra es un deleite; ¡cuán dulce es su
fruto a mi paladar!”
Y se mantiene hasta nuestros días:
Antonio Pereira (1923-2009) (poeta de Villafranca del Bierzo, de quien se cumple este año 2023 el centenario de su nacimiento): “Soy de una tierra fría, pero hermosa./ Aquí la nieve, la esperanza helada/ de que se alumbre cada madrugada/ el destino difícil de la rosa./ Y me basta. Me basta si esta rosa/ que al fin ha de nacer inmaculada/ se la puedo decir a quien me agrada,/ a quien conmigo va y en mí reposa.”
La rosa se poetiza para representar su referente
real, y también para constituirse en un
símbolo: el poeta designa mediante la rosa concreta abstracciones como la
belleza, la perfección, la delicadeza, la feminidad, el amor, pero también su índole etérea, vulnerable y dolorosa. La
rosa, símbolo de belleza o de juventud, se marchita pronto y es dolor después,
de ahí la insistencia del poeta al aprovechamiento de esta (tópico del carpe
diem).
“Marchitará la rosa el viento helado,/todo lo mudará la edad ligera,/ por no hacer mudanza en su costumbre”. Soneto XXIII, Garcilaso de la Vega.
La rosa también se ha materializado en otras artes como en la arquitectura del modernismo (Gaudí), o llena el espacio aéreo de composiciones pictóricas renacentistas (Boticelli,
Rafael…), de los prerrafaelitas( Rosetti, Millais...).
Richard Strauss compuso El Caballero de la rosa y aparece en forma de motivo narrativo en Las bodas de Fígaro de Mozart.
Quizás sea esta la razón por lo que se ha dedicado este día de la poesía, no a un poeta concreto, ni a una etapa o estilo, sino a un elemento, a una metáfora poética, a la literariedad de la rosa que se erige en símbolo caleidoscópico y heterogéneo evidenciando una visión o perspectiva distinta según sean las épocas, las disciplinas o según sea la tradición.
El collage que cuelga de una pared del instituto sirva como homenaje a esa rosa a la que tanto han aludido los poetas y artistas en general, dentro y fuera de nuestras fronteras.
Aprovechamos que son también los 50 años de la
muerte de Picasso para poner como eje
central del collage la figura del Arlequín
con espejo, una obra que también
cumple cien años, pues fue pintada por el artista en 1923, y cuyo original se encuentra en el Museo
Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid.
Picasso acababa de llegar de Italia y venía fascinado con los personajes de la Commedia dell´arte. Como curiosidad de la obra, según Emilia Bolaño, este cuadro iba a ser un autorretrato. Picasso se identificaba con el temperamento de Arlequín, pero al final decidió combinar varios personajes del mundo circense y de la comedia dell´arte a la vez, con quienes simpatizaba: Arlequín con su sombrero de dos picos, un acróbata por su vestimenta y Pierrot por su rostro que convertido en una máscara camuflaba la identidad del artista.
Los alumnos de los diversos niveles participarán por grupos visitando el collage y cumplimentando un cuestionario con el que pondrán a prueba su pericia e intentarán adivinar las preguntas propuestas sobre poemas y poetas del collage.
El Departamento de Lengua castellana y Literatura os desea un feliz Día de la Poesía
Tanto el collage como el texto de esta entrada son obra de Pedro Vega, Profesor del Departamento de Lengua
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