Los días dos y tres de noviembre, de ocho a once de la tarde, (por el precio de cinco euros)era posible asistir a un recorrido (por el pabellón municipal) en el que alumnos de cuarto de la ESO y 1º de Bachillerato se disfrazaban e intentaban asustar a todo el que entrara allí, con el fin de recaudar fondos para sus respectivas excursiones de fin de curso.
Había una larga cola para poder vivir aquella terrorífica experiencia, pero merecía la pena.
El recorrido comenzaba con un "atormentado" que decía haber estado allí encerrado mucho tiempo. El camino continuaba con varias salas con rituales satánicos, exorcismos y sustos por doquier.
Al final del viaje, de tres minutos aproximadamente, te gritaban que te fueras y ahí acababa el terror.
Crónica realizada por Nerea Santín, de 1ºA.
Fantástica experiencia.
ResponderEliminarGracias chavales por hacer de un fin de semana normal en algo especial