Educar para comprender el auténtico significado de las nociones de libertad y justicia es una misión tan motivadora como bien motivada si queremos construir democracias fuertes y resistentes ante el ruido y la furia. El pasado mes de abril el profesor Alejandro Rodríguez impartió en el Espacio Flexible de Aprendizaje una charla-conferencia que giró en torno al eje temático de la represión franquista, tema que conoce a la perfección tras haberlo investigado en profundidad.
Compañero de Departamento de Geografía e Historia en el IES Bergidum Flavium, no podíamos dejar pasar la oportunidad de que Alejandro –uno de los mayores especialistas en todo el territorio del Noroeste, tal como avala su extenso currículum de libros, artículos, conferencias y campañas arqueológicas– explicase a los alumnos el contexto de surgimiento del movimiento guerrillero, la represión del régimen franquista y las más recientes acciones que se están llevando a cabo para exhumar los restos de las víctimas de aquella violencia furibunda de la guerra y la posguerra.
Los alumnos escucharon con atención, respondieron a preguntas y formularon cuestiones a Alejandro, que puso nombres y apellidos a las víctimas de la represión practicada contra aquellas personas que habían participado en los ayuntamientos republicanos de El Bierzo entre 1931 y 1936. La sala literalmente enmudeció al oír narrar qué fue de algunos de los integrantes del consistorio cacabelense después de estallar la guerra; entre ellos se cuentan condenados a penas de cárcel, campo de concentración o a muerte.
La actividad tuvo lugar el 8 de abril. No solo estuvieron presentes alumnos de 2º de Bachillerato y 4º de ESO, que precisamente han estado examinando en el tramo final del curso los costes humanos de la Guerra Civil, características del franquismo –como la terrible represión y selectiva depuración de aquellos que no eran afines a las fuerzas que promovieron el golpe de Estado – y la Transición española. También asistieron numerosos docentes de los departamentos didácticos, interesados como no podía ser de otra manera por un tema sensible, con dramas reales de violencia, dolor y silencio que no olvidó la memoria colectiva.
Nunca es tarde si la causa es justa. La Ley de Memoria Democrática de 2022, que sustituyó y amplió la Ley de Memoria Histórica (2007), prescribe la confección de un mapa nacional de personas desaparecidas forzosamente. En Castilla y León se han catalogado en la actualidad casi 700 fosas. Pero hay muchas más. Gracias a investigadores como Alejandro Rodríguez seguiremos avanzando hacia la verdad histórica, la identificación de las víctimas y la defensa de sus derechos. Y así, sobre el pasado sufrido y compartido, se cimentarán la paz, el respeto y la concordia entre todos los españoles.
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