¿Aprender puede ser emocionante y divertido? Bastaría con haberse fijado en los ojos de los alumnos que acudieron a una clase en el museo para cerciorarse de que sí será posible. Por tercer año consecutivo los alumnos de 1º ESO, en su primer año de instituto, acudieron a las dependencias del fantástico Museo Arqueológico de Cacabelos, uno de los mejores de la provincia, para reforzar con la visita los conocimientos de aspectos que hemos visto, estamos viendo o veremos en el curso de Ciencias Sociales, Geografía e Historia.
La visita, organizada en tres sesiones para sendos grupos los días 14, 21 y 22 de noviembre, pudo efectuarse gracias al buen hacer de Yasmina, Amor y Ana. Ésta encandiló a los estudiantes con sus explicaciones precisas en torno a los materiales museísticos. Fue así como los niños descubrieron la "tecnología punta" del bifaz perfecto que un buen ciudadano detectó con pericia, guardó luego con celo y cedió después con generosidad para ser expuesto, acreditando la enorme antigüedad del poblamiento humano en las terrazas del Cúa. Raederas, hendedores o raspadores fueron otras herramientas paleolíticas que nos dejaron a todos de piedra.
En torno a la gran maqueta de Castro Ventosa, el más importante de todo El Bierzo, los alumnos se dieron cuenta de que salían las puertas del Sol y del Aire, identificaron las actividades corrientes del modo de vida castreño y la importancia de la técnica metalúrgica para labrar aperos de labranza, recias armas o decorativas fíbulas. Nuestra guía dedicó unos minutos al sistema de creencias de los pueblos celtas a partir de una urna cineraria y también a glosar la importancia de la mujer en el mundo astur, el cual hubo de mutar por la fuerza tras la romanización, momento en que se data la célebre estela dedicada a la diosa acuática Degantia.
Son las musas de los museos las que nos inspiran, llevándonos a la reflexión. Se dice que todos los caminos van a Roma, pero en realidad somos nosotros los que venimos también de la cultura que irradió esa gran urbe de la Antigüedad. La importancia de Bergidum Flavium en la gestión de la vasta explotación aurífera de Las Médulas es la que permite explicar los hallazgos de cerámica de "terra sigillata", vestigios de termas y baños en La Edrada, o restos de alcantarillas, calzadas y miliarios, tantos y tantos fragmentos arqueológicos que hoy nos quedamos de una pieza.
Terminada la visita, la jornada debía continuar. Y antes de retornar a las aulas, justo después del recreo, los alumnos pudieron comentar qué útil de piedra o qué pieza arqueológica guardarían en el depósito de la memoria, conservando el recuerdo, tomándose su tentempié de media mañana en el parque situado frente al Cine Faba, para reponer fuerzas y seguir adelante con las sesiones lectivas.
No podemos finalizar esta sucinta crónica sin felicitar de nuevo a los técnicos del Museo Arqueológico de Cacabelos, que convierten las salas de la institución en un espacio didáctico formidable, lo cual los profesores del Departamento de Geografía e Historia queremos resaltar y agradecer.
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